miércoles, 19 de junio de 2013

LLEGA EL FINAL DE TEMPORADA PARA LOS ALUMNOS DEL COLEGIO VILLA DE GRIÑÓN

Sabéis que nos gusta compartir aquellos momentos especiales, sobre todo cuando llegan por parte de nuestros alumnos.
En esta temporada que está a punto de terminar hemos sido conscientes de cómo algunos alumnos se han involucrado de una manera completa en el sistema de entrenamiento y en nuestro Arte Marcial en sí. Creemos que han "entendido" lo que significa practicar y entrenar un Arte Marcial, algo que debido a la corta edad de nuestros jóvenes alumnos, podemos asegurar que es el mayor de los logros que podemos conseguir.
Hay algunos practicantes que de forma innata reúnen unas condiciones óptimas, pero no están realmente interesados al cien por cien: les falta "vivir" y "sentir" lo que hacen.
Otros, en cambio, tienen unas habilidades físicas limitadas y menos plásticas a priori, y que poco a poco, con mucho esfuerzo consiguen despertar. Sin embargo, son unos apasionados que disfrutan cada momento que pasan en el tatami.
Intentar conjuntar y estimular las habilidades físicas y las pasiones emocionales es, sin duda, el mayor reto que nos encontramos. Cuando transcurre el tiempo y los resultados comienzan a verse y les vemos crecer como personas, como deportistas, hace que pensemos que todo ésto merece la pena.
Sólo podemos decir que somos unos afortunados, ya que no sólo nos confiáis a vuestros hijos para que aprendan un Arte Marcial, como en un principio os puede llegar a parecer, sino para formar a personas justas, equilibradas, honestas, deportistas y, por qué no, futuros profes.

Quizá una muestra de ello es esta carta que nos han hecho llegar dos alumnos del cole (que a lo mejor los papás han ayudado un poco) tras la exhibición que realizamos el pasado domingo en el Colegio Villa de Griñón. Sólo podemos decir que nos lo pasamos genial y nos divertimos mucho, y vimos cómo los chicos también disfrutaron mucho enseñando a los papás sus progresos.

Como en otras ocasiones lo compartimos con vosotros:




Además, se acompañaba de una increíble mochila personalizada con mi nombre que me viene de maravilla para transportar el kimono al cole.


El intento ha sido bueno, chicos, pero siento deciros que el año que viene tendréis que realizar los exámenes de rigor con las mismas exigencias que a los demás ;)

Gracias Nerea y Alejandro, y al pequeño David que también tendrá su parte y este año ha comenzado sus andaduras en las Artes Marciales.


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