El 8 de octubre, nada más terminar nuestro curso en Yuncler, nos fuimos rápidamente hacia la cercana localidad de Cabañas de la Sagra, donde se celebraba una jornada festiva por parte del AMPA del colegio, y a la que agradecemos desde aquí su invitación para dar a conocer nuestro arte marcial. Mientras nos preparábamos para nuestra subida al escenario, la gente llegaba poco a poco al olor de la barbacoa que tenían preparada, y los más pequeños disfrutaban desde hacía buen rato de dos enormes castillos hinchables que montaron para su entretenimiento, aunque hubo que deshinchar momentaneamente uno de ellos que tapaba por completo el escenario mientras realizamos nuestra pequeña exhibición.
Nos servimos del micro y el gran equipo de sonido que tenían para la fiesta para la presentación de las técnicas de puño y pierna, proyección y reducción que realizamos.
Nos consta que gustó mucho a los asistentes por lo llamativo del trabajo y nos invitaron a la bebida y unos montaditos de panceta, choricitos o pinchos morunos, a gusto del consumidor: había que recuperar lo que habíamos sudado.
Gracias de nuevo por la invitación al AMPAy a nuestros compañeros de tatami: Aitor, Arturo, Jose Ramón, Alicia y a nuestro maestro Rafa, del que me serví como Uke.
Y por supuesto, todo sacrificio tiene su recompensa, y después nos reunimos para celebrar una comilona de paella (que por cierto, estaba buenísima) y sus correspondientes postres: tarta de tres chocolates y tarta de queso del cocinero Arturo, en casita todos juntos. Y como siempre, pues hay que dejar constancia de ello.
Y por supuesto, todo sacrificio tiene su recompensa, y después nos reunimos para celebrar una comilona de paella (que por cierto, estaba buenísima) y sus correspondientes postres: tarta de tres chocolates y tarta de queso del cocinero Arturo, en casita todos juntos. Y como siempre, pues hay que dejar constancia de ello.
Tuvo que ser muy divertido, y estoy segura que con ese equipo que te montaste la gente disfruto muchisimo.
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