"La importancia de la constancia"

El entrenamiento continuado en el tiempo es la única forma de conseguir resultados, ésta es la realidad.

No obtendremos mejoras en nuestra técnica, en nuestro rendimiento físico o en nuestro estado emocional si no asistimos a clase regularmente. El camino del aprendizaje es largo, muy largo. Es tan largo que nunca se llega al fin, y por éso tenemos que dedicarle tiempo, con interés y con ganas, con motivación por conocer cosas nuevas, con alegría de juntarnos un día más con los compañeros y disfrutar de las clases con ellos.

Siempre hay alguna clase que puede ser un poco más aburrida, con más teoría, con menos juego, más relajada...pero son necesarias, porque la base de todas las posiciones, técnicas, katas tienen una teoría que debemos conocer para poder comprenderla. Seguro que luego serán compensadas con otras clases con más acción, donde podremos aplicar lo que ya hemos aprendido en la teoría.

Por éso es necesario acudir a clase regularmente. Excusas que a veces nos ponemos del tipo: es que hoy hace mucho calor, es que hoy hace mucho frío, es que mis amigos se han ido a la piscina, es que hoy hay partido en la tele, es que hoy es martes y trece, es que mi madre me ha lavado el kimono (¿os suena alguna?), hacen que nos acostumbremos a faltar por cualquier motivo (excusa) y tenemos que pensar que nuestro rendimiento se verá disminuído en comparación con nuestros compañeros que asisten todos los días.

Los padres también tienen una labor fundamental en estos casos, haciendo comprender a los pequeños de la importancia que tiene no saltarse las clases por causas no justificadas.

Y para animaros un poco de cara a esta nueva temporada, os dejo este par de fotos de Aitor para que veáis cómo se comienza trabajando en karate a los cuatro años de edad, y con el tiempo también vosotros podráis llegar a ser cinturón negro de karate y de jiu jitsu, y profesor de karate y de jiu jitsu.

Ánimo chicos, que todos lo podéis conseguir.