Antes del inicio de la clase, y con cierto retraso, ya que durante el verano no hemos tenido oportunidad de entrenar debido a las vacaciones, Rafa procedió a la tradicional ceremonia que realiza al cambiar de cinturón y que esta vez, después de haber superado los correspondientes exámenes en el Tribunal de Grados, colocó los respectivos cinturones negros a Aitor y a Iván para portarlos de manera "oficial", y dado la importancia (aunque cada color tiene su propia importancia) de este cambio, tuvo para nosotros una emoción especial, ya que Aitor no podrá comenzar la nueva temporada regularmente, aunque asistirá siempre que le sea posible,
Tras un calentamiento para colocar cada cosa en su sitio, comenzamos a recordar las caídas. La clase fue suave, con algunas técnicas en giro y combates de puño y pierna tranquilos.Conseguimos terminar todos sanos y salvos, con una sensación general de alegría y optimismo por juntarnos otra vez.
Después de la foto formal de grupo, como siempre, sufrimos un pequeño "terremoto", y al final quedamos todos revueltos.
Después, para recuperar lo perdido, celebramos una barbacoa en casa de Miguel, que dio rienda suelta a sus inquietudes culinarias y mostró un arte jamás nunca antes visto con la parrilla.
Esperamos ansiosos que llegue el día 5 de septiembre para iniciar la temporada regular de entrenamientos y volver a juntar al grupo entero.
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