domingo, 17 de marzo de 2013

RESUMEN DEL I CAMPEONATO SOLIDARIO DE KARATE ALDABA - SHINDOKAI

El sábado por la mañana como habíamos prometido, nos acercamos hasta la localidad madrileña de Fuenlabrada que vio pasar nuestra infancia para asistir a este I Campeonato de Karate solidario organizado por el club Shindokai y al frente de la Mesa Central se encontraba Esteban Pérez Matas. 




Los grupos de edades mayores fueron los primeros en participar como suele ser habitual, en Kata y en Kumité. Los chicos demostraron sus habilidades y técnica y pudimos ver grandes combates también.
A mitad de la mañana comenzaron los más peques, algunos de ellos tan peques que incluso a algunos de ellos tenían que guiarles sus monitores para continuar las líneas del kata.


La mañana fue amena con una alta participación y un gran equipo de árbitros y colaboradores, algunos de los cuales conocemos de hace unos cuantos añitos, bien como compañeros de tatami o por coincidir siempre en estos eventos, y nos acercamos para saludarles y recordar batallitas en un par de minutos.
Desde luego, personalmente el mejor recuerdo que me llevo es subir a las gradas nada más llegar y oír con claridad en la parte más cercana del tatami junto a ellas una típica regañina de Esteban, de esas de broma con una sonrisa en la boca a un niño pequeño que se encontraba sentado junto a su madre : "Me cago en la escopeta de mi tía...", mítica frase que he podido escuchar cientos de veces a lo largo de los años de tatami que compartimos como Maestro y alumno, y que, alguna que otra vez, a mí también se me ha escapado, ahora como profe.

Un emotivo reencuentro tras 22 años con un gran abrazo.


Quizá debe ser difícil comprender las virtudes que aportan las Artes Marciales a personas que no las practican, pero estos valores que un Maestro transmite, como fue mi caso, en una edad de adolescencia, marcan a una persona de por vida. Ayudan a forjar el carácter, a ser más extrovertidos, a asumir derrotas y a celebrar los triunfos con humildad. La honestidad, el valor, el compañerismo...me fueron inculcados en esa etapa de la vida donde es crucial tener una figura como referente y tener su camino como un buen ejemplo a seguir.
Por suerte, todos los Maestros con los que he tenido y tengo el honor de entrenar siguen estos pilares comunes y considero que hoy soy como soy gracias a estas enseñanzas y estos valores, y que junto a otros que la vida y la edad te hacen aprender, son la base de los fundamentos que ahora intento inculcar en mis clases.
El encuentro ha sido breve ya que corría prisa recoger rápidamente todo, pero ya hay previsto algún que otro encuentro en los tatamis que estamos deseando que llegue.


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